El Principio del Fin

1 Corintios 15:51-58

Introducción:

Tito 2:13 “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,”

Apocalipsis 4:1-2 “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. 2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.”

1 Tesalonicenses 4:13-17 “13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”

La trompeta. 

(1 Corintios 15:52; Apocalipsis 4:1; 1 Tesalonicenses 4:16)

• Proclamar victoria.
• Convocar una asamblea.
• Anunciar un peligro.
• Llamar a los soldados a la batalla.

 

1. Nuestro Señor regresará. (1 Tesalonicenses 4:17)

a. Jesucristo cumplirá su promesa.

Juan 14:1-3 “...vendré otra vez...”

Apocalipsis 22:20 “...vengo en breve...”

Hechos 1:9-11 “...así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”

b. Jesucristo cumplirá su propósito.

2 Tesalonicenses 1:5-7

2 Tesalonicenses 2:1-2 “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.”

1 Tesalonicenses 4:16-17; Mateo 24:31; Mateo 24:36-44

Juan 14:3 “…vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

1 Tesalonicenses 4:17 “…y así estaremos siempre con el Señor.”

2. Los cuerpos de los creyentes del pasado resucitarán. (1 Corintios 15:52)

a. Su condición presente.

1 Tesalonicenses 4:13

2 Corintios 5:8 “8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.”

Filipenses 1:23 “23 Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;”

Lucas 16:19-31

Mateo 17:3

b. Su cumplimiento prometido. 

1 Corintios 15:52b “Voz de mando”

3. Los creyentes vivos serán removidos de la tierra. (1 Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:17)

a. La Iglesia se irá al instante.

Mateo 24:44 “44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.”

b. La Iglesia saldrá intacta.

“Todos seremos transformados” (1 Corintios 15:51)

4. Los creyentes serán renovados. (1 Corintios 15:52)

a. Un cambio de cuerpo.

b. Un cambio completo.

1 Juan 3:2 “2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.”

El cuerpo de Cristo

• No está limitado por el tiempo o el espacio. Juan 20:19
• No está limitado por las leyes de la ciencia. Juan 20:26
• Es un cuerpo que puede disfrutar de la comida y el compañerismo. Lucas 24:36-43
• Es un cuerpo que nunca morirá. Hebreos 7:25

2 Corintios 5:1 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.”

5. Todos los creyentes disfrutarán de una reunión. (1 Tesalonicenses 4:17)

a. Con los creyentes de todos los siglos.

“arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire…”

b. Con nuestro Señor quien nos compró con su sangre.

“…y así estaremos siempre con el Señor.”

Conclusión: