La Guerra Contra Israel
La declaración de la batalla. (38:1-5)
El tiempo de la batalla.
Ezequiel 36:10 “Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas.”
Ezequiel 36:24 “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.”
Daniel 9:27 “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.”
Mateo 24:15 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda)”
Mateo 24:21 “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.”
El terror contra Israel.
La motivación por la batalla. (38:4)
El deseo de poder. (38:10)
Isaías 14:13 “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono…”
Génesis 3:5 “sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.”
El deseo de plata. (38:12,13)
Deuteronomio 26:8, 9 “y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;9 y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.”
La exaltación del Señor.
Dios traerá la victoria.
Su Palabra vencerá.
Apocalipsis 19:15 “De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.”
Conclusión:
Juan 14:1-6 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”