
1 Samuel 1:1-28
Introducción:
1. Ana entregó su falta de capacidad a Dios
a. La dirección de sus problemas
(1) La necesidad en su propia vida
Romanos 7:18 “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.”
2) Los ataques de otras personas
2 Corintios 4:8 “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;”
b. La dirección de su petición
Salmos 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.”
Filipenses 4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”
Salmos 50:15 “E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.”
2. Ana fue cordial a pesar de su dificultad
a. Tenía un motivo puro
Salmos 24:4-5 “El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5 Él recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.”
Job 1:20-22 “20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”
b. Tuvo una reacción con paciencia
3. Ana era una mujer comprometida
a. Su compromiso fue público, no privado
Mateo 4:19-20 “19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.”
Cita: “Las decisiones públicas son decisiones duraderas” – Pastor Collins
b. Su compromiso incluyó un sacrificio personal
Mateo 6:19-21 “19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
4. Ana cumplió su promesa
a. Ella recordó su promesa
Eclesiastés 5:4-5 “4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.”
b. Tuvo recompensa por su obediencia
1 Samuel 2:18-21
Conclusión: