El Privilegio de la Oración

El Privilegio de la Oración

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Bosquejo: 

El Privilegio de la Oración

Salmo 55:1, 2, 16, 17

Introducción:

Hechos 13:22 ​“He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.” 

La oración autoriza el acceso a Dios. (55:17)

El acceso en el paraíso.

El acceso perdido.

El acceso nos trae la presencia de Dios.

Isaías 40:28 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra?”

Efesios 3:20 “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,”

Colosenses 1:16, 17 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;”

Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Romanos 8:34 “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”

La oración es alcanzable para todos los creyentes. 

Mateo 7:7, 8 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Para los menos conocidos.

Lucas 18:13 “Mas el publicano…no quería ni aun alzar los ojos al cielo…diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.”

Lucas 23:42 “Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.”

Para demostrar el corazón.

1 Juan 5:14 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.”

Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,”

Filipenses 1.21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”

La oración anticipa la respuesta de Dios.

Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

Nosotros le clamamos.

Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Él nos contesta.

Juan 14:13, 14 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”

La oración adquiere lo imposible. 

Mateo 17:20 “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.”

El mundo sobrenatural.

La contestación segura.

Lucas 1:37 “porque nada hay imposible para Dios.”

Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

La oración avanza el Reino de Dios. 

2 Tesalonicenses 3:1 “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,”

La Palabra predicada.

El poder mostrado.

Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”

Romanos 15:30 “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios,”

La oración anuncia la grandeza de Dios. 

1 Reyes 18:36-39 “Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. 37 Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 38 Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. 39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!”

La oración declara la grandeza de Dios.

La contestación muestra la gloria a Dios.

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