Diligencia en la Vida Espiritual

Diligencia en la Vida Espiritual

Serie de Mensajes: 
Bosquejo: 

Diligencia en la Vida Espiritual

Romanos 8:18-27 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

 

Introducción:

2 Tesalonicenses 3:13 “Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien”.

Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.

Diligencia significa: “Se caracteriza por una actividad constante, seria y enérgica”

                                                                                                                                                            

1. La Creación gime

A. La exposición de la creación (8:18,20)

1 Corintios 15:19 “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”.

Génesis 3:17-19 “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”.

Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.

B. La expresión de la creación (8:22)

C. La expectativa de la creación (8:19,21)

 

2. El Cristiano gime

A. La agonía del cristiano (8:23)

Romanos 8:9

1 Corintios 12:13 “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”.

Filipenses 1:21-23 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”.

Hebreos 11:25 “escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,”

B. La anticipación del cristiano (8:24,25)

Esperanza: “Una garantía basada en una convicción”

Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

Romanos 10:13 “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.

1 Corintios 15:49-55

Juan 3:1-3

Romanos 7:24

Romanos 8:29

Salmo 17:15 “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza”.

 

3. El Consolador gime

A. Nuestro Consolador nos sostiene (8:26a)

Lucas 10:40 “Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”.

Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

B. Nuestro Consolador intercede por nosotros (8:26b,27)

Juan 14:16 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:”

 

Conclusión:

                                                                                                                                                           

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